Pasado el Círculo de los Muertos se encuentra una tierra mucho mayor que el primer hogar de las almas. Cubierta por una arena fina roja, como una inmensa playa sin mar, y con una densa niebla oscura, se extiende la tierra de la Penitencia.

Este mundo de almas caídas no tiene nada que ver con el vasto pero poco controlado Círculo de los Muertos. El Círculo de la Penitencia se halla dividido en siete regiones, cada una controlada por un Lord que la lleva con puño de hierro.

Cuando un ser deja el mundo terrenal, su alma es conducida al mundo de los Círculos. Si en vida, este ser fue acaparador, colérico o vicioso, y además lo fue por su propio interés y placer, su destino está claro: el Círculo de la Penitencia. Ahí terminan todas las almas que han vivido encerradas en si mismas, recordando su entorno solo cuando les era beneficioso. Y ahí aguardan los siete Lores de la Penitencia para reclamar aquellas que les son propias.

Leviathan: Lady de los consumidos por la envidia. Nadie conoce su forma original, pues puede cambiarla a voluntad y sin ningún tipo de límite.

Porgan: Lord de los insaciables. Porgan tiene el aspecto de un enorme gusano blanco, de piel viscosa, rodeado por las caras de algunos de sus condenados, que gritan por el dolor al que son sometidos eternamente.

Vanitas: Lord   de   los   vanidosos   y   altivos.   Su   aspecto   es   el   de   un ser   humanoide   alto y esqueléticamente delgado. Viste con un traje de aspecto moderno y elegante que se adapta a cualquier tiempo y lugar donde aparezca, hecho con la piel de sus condenados.

Acidia: Lady de los faltos de iniciativa y los inactivos. En su trono se presenta como un ser humanoide consumido por el fuego, atado a un gran bloque negro con cuerdas inquebrantables. Fue atado por uno de los Señores del Caos para cumplir una pena por no ejecutar su voluntad.

Tántalo: Lady de los ansiosos de riqueza y poder. Es un ser de forma felina sentado frente a un pozo sin fondo custodiado por cuervos sin ojos.

Tazolteol: Lord de los hedonistas y los ansiosos de la carne. Se suele presentar como un ser andrógino y extremadamente bello, aunque también puede presentar su otra forma consistente en una masa de cuerpos de gatos y gatas desnudos y amontonados, en una constante orgía de perversión.

Minorante: Lord de los coléricos y los que se dejan llevar por sus impulsos de forma egoísta. Se suele representar como un gran gato musculoso con cuernos de carnero sentado en un trono hecho de huesos y piedra, rodeado de los cráneos de aquellos que tuvieron la mala idea de desafiarlo.

Estos siete Lores, gobiernan sus tierras con dureza y sin ninguna piedad, usando las almas de las que se apoderan para hacer crecer su propio poder, o para engrosar las filas de sus ejércitos. A pesar de su labor y de pertenecer todos al mismo círculos, estos dictadores de almas, no se llevan nada bien entre ellos. Usando todo el poder a su alcance, los siete Lores pugnan sin descanso por ampliar las fronteras de sus reinos, peleando constantemente entre ellos.

Estos ejércitos, los forman las almas más poderosas que llegan a los dominios de los siete Lores. Las toman, las torturan con poderes oscuros y las modifican hasta lograr la forma que desean. Estos entes adulterados, forman los otros dos niveles dentro de la jerarquía de la Penitencia: los Caudillos y los Agentes.

Los Caudillos de los Lores de la Penitencia son los seres más poderosos de este círculo, solo superados por sus respectivos dueños. Estos entes son la mano derecha de cada Lord, y su función es la de aconsejar, dirigir sus bastos ejércitos y cumplir la voluntad de sus Lores.

Los Caudillos actuales son Eduvel, la Cuadilla de Leviathan; Tecrod, Caudillo de Porgan; Drazil, Caudillo de Vanitas; Yaoth, Caudillo de Acidia; Jorathes, Caudillo de Tántalo; Edona, Caudilla de Tazolteol; Borgom, Caudilla de Minorante.

Muy distinto es el grupo de los llamados Agentes de la Penitencia. Se tratan de las tropas de élite de los ejércitos de los Lores de la Penitencia, y su número es mucho mayor que el de los Caudillos, ya que, más que oficiales o ministros de los Lores, en este grupo se engloban los soldados de dichos amos.

Dichos soldados se separan en dos tipos: los Consumidores y los Provocadores. Los primeros, son aquellas criaturas cuyo poder reside en abandonarse a las pasiones que rige su Lord, desatando auténticas tormentas de poder y destrucción. Los segundos, en cambio, reciben su poder de provocar en otros seres esas mismas pasiones, trayendo con ellos mareas llenas de desesperación.

Con estos entes a su cargo, los Lores de la Penitencia conquistan tierra a sus hermanas y hermanos y generan el caos y la desesperación en los Círculos que se hallan por debajo, en especial la Tierra, dónde disfrutan torturando a sus habitantes.